Beneficios del Aceite de Oliva Andaluz

El aceite de oliva virgen extra andaluz no es solo para aliñar ensaladas, es el secreto mejor guardado (bueno, no tan guardado) de las mujeres andaluzas para tener una piel que desafía el paso del tiempo. Cleopatra lo usaba a litros, y no era tonta.

Aquí, en el sur, donde el sol pega fuerte y el aire del levante te seca hasta las ideas, el aceite de oliva ha sido la crema hidratante de toda la vida. Las abuelas se lo ponían directamente en la cara antes de dormir, y a los 80 años tenían menos arrugas que muchas veinteañeras de hoy en día que se gastan fortunas en cremas con nombres impronunciables.


El aceite de oliva andaluz (especialmente el de Jaén, Córdoba y Sierra de Cádiz) está cargado de vitamina E, polifenoles y antioxidantes que combaten los radicales libres como si fueran los Vengadores de tu piel. Hidrata en profundidad sin dejar esa sensación grasosa (si usas un buen virgen extra y solo unas gotitas), suaviza cicatrices, calma irritaciones, y hasta ayuda a regenerar la piel dañada por el sol.

Aplicar 3-4 gotas en la piel limpia y húmeda (justo después de lavarte, sin secar del todo). Masajear con movimientos circulares ascendentes. Se absorbe en minutos. Hacerlo por la noche es perfecto porque actúa mientras duermes. Por la mañana, te levantas con la piel suave y luminosa. Sirve también como desmaquillante natural: el aceite disuelve el maquillaje (incluso el waterproof) sin agredir la piel.

Después de la ducha, con la piel aún húmeda, aplicar aceite por todo el cuerpo. No hace falta mucho, el agua ayuda a extenderlo. Es especialmente bueno para codos, rodillas, talones (zonas secas). En verano, alivia las quemaduras solares y ayuda a prolongar el bronceado.

El aceite de oliva es el acondicionador andaluz tradicional. Aplicar en el pelo seco, desde medios a puntas,
envolver en una toalla caliente, dejar actuar 30-60 minutos, y luego lavar normal. Repara el cabello dañado por el sol, la playa, la plancha. Las flamencas y las gitanas lo usan para conseguir esas melenas brillantes impresionantes. También sirve para controlar el encrespamiento: una gotita frotada entre las manos y aplicada en las puntas.

Masajear una gota de aceite en cada uña y cutícula antes de dormir. Fortalece las uñas quebradizas y suaviza las cutículas.

Mejor bálsamo labial del mundo. Una gotita en los labios antes de dormir y adiós a los labios agrietados.

Aceite de oliva virgen extra (el de comer, el bueno): Perfecto para todo. El picual jiennense es más intenso, el hojiblanca cordobesa más suave.
Aceite de oliva ecológico: Si tienes la piel sensible o con problemas (eccemas, psoriasis), mejor usar ecológico para evitar posibles restos de pesticidas.
Óleo Cosméticos (aceites específicos para piel, no para comer): Algunas marcas andaluzas hacen versiones de aceite de oliva específicas para cosmética, con un proceso de refinado especial que los hace más ligeros. Son más caros pero se absorben mejor.

Anti-edad: Aceite + miel andaluza. Mezclar a partes iguales, aplicar en cara y cuello, dejar 15 minutos, aclarar. Efecto lifting instantáneo.
Nutritiva: Aceite + aguacate machacado. Perfecta para pieles secas.
Exfoliante: Aceite + azúcar. Masajear suavemente en círculos para eliminar células muertas. Ideal para cuerpo (codos, rodillas).
Hidratante de pelo: Aceite + huevo. Aplicar en pelo seco, dejar 30 minutos, lavar.

Datos científicos (porque no es solo tradición): El aceite de oliva virgen extra contiene escualeno (hidratante natural), ácido oleico (penetra en capas profundas de la piel), y polifenoles con acción antiinflamatoria y antioxidante. Estudios dermatológicos confirman su eficacia para mejorar la elasticidad de la piel y reducir signos de envejecimiento.


Lo mejor: Una botella de buen aceite de oliva virgen extra te cuesta 10-15€ (500ml) y te dura meses. Pura cosmética mediterránea sin artificios, sin parabenos, sin conservantes, sin perfumes sintéticos. Lo que usaban las romanas hace 2000 años y sigue funcionando.