Dulces Tradicionales Andaluces

Los conventos andaluces han sido las pastelerías secretas durante siglos.
Las monjas de clausura elaboran dulces ancestrales con recetas que pasan de generación en generación,
y los venden a través de tornos giratorios donde nunca ves el rostro de quien te atiende.
Es como comprar en el siglo XVI, pero con los dulces más ricos que probarás jamás.

Los pestiños

Son la estrella de Navidad y Semana Santa: masa frita bañada en miel o espolvoreada con azúcar.
En cada casa se hacen de forma ligeramente diferente, y todas las abuelas
aseguran que los suyos son «los auténticos».
Las torrijas (pan empapado en leche, rebozado y frito)
son otro clásico de Cuaresma que ahora se come todo el año porque son puro vicio.

Alfajores

Los alfajores andaluces (no confundir con los argentinos) son de Medina Sidonia, Cádiz:
galletas rellenas de una pasta de almendra, miel y especias que te transportan
directamente a Al-Ándalus.
Los polvorones y mantecados de Estepa (Sevilla) son los reyes de la
Navidad andaluza: se deshacen
en la boca en una explosión de almendra y manteca de cerdo.

Tortas de Aceite

En Córdoba, las tortas de aceite son finas, crujientes, ligeramente dulces,
perfectas con un café.
Los roscos de vino se mojan en vino dulce y son el acompañamiento
perfecto para una tarde de tertulia.
Los piononos de Santa Fe (Granada) son pequeños cilindros de bizcocho empapado en almíbar y
coronado con crema tostada, y llevan el nombre del Papa Pío IX.

Yemas

Las yemas (de San Leandro en Sevilla, de Aracena en Huelva)
son tan dulces que casi duelen los dientes,
pero son irresistibles. El tocino de cielo es otro invento conventual: un flan denso hecho solo
con yemas de huevo y azúcar que te hace entender por qué las monjas
han sobrevivido económicamente durante siglos.

Turrón de Jijona

Y no nos olvidemos del turrón de Jijona (aunque sea más alicantino,
también se consume masivamente aquí), los borrachuelos (masa frita
con vino y anís), y los hornazos de Semana Santa
(panes dulces con huevo duro incrustado).

La Navidad andaluza no se entiende sin una caja mixta de mantecados y polvorones.
Cada familia tiene su marca favorita,
y hay peleas familiares sobre si son mejores
los de Estepa o los de Antequera.