Platos Típicos Andaluces por Provincia
Mira, si hay algo que une a todos los andaluces (aparte de la pasión por el fútbol y las discusiones
sobre cuál es la mejor feria) es el amor por la buena mesa. Pero ojo, que aquí cada provincia tiene su
rollo gastronómico y todas se creen que cocinan mejor que la vecina.
Sevilla
En Sevilla te vas a hartar de gazpacho cuando aprieta el calor, y si no has probado las espinacas con garbanzos en una tasca del Arenal, no has vivido. El rabo de toro, heredado de Córdoba pero perfeccionado en Sevilla, se deshace en la boca y te hace entender por qué los sevillanos hablan tan alto: están eufóricos de comer tan bien.
Granada
Granada es el reino de las tapas gratis (sí, GRATIS con cada cerveza), y su tortilla del Sacromonte con sesos y criadillas no es para todos los estómagos, pero los granadinos la defienden a muerte. Las habas con jamón y la pipirrana son perfectas para recuperarte después de subir a la Alhambra sudando la gota gorda.
Málaga
Bájate a Málaga y prepárate para el espeto de sardinas en la playa mientras te quitas la arena de los pies. Los malagueños han elevado el pescaíto frito a categoría de arte, y el ajoblanco con uvas moscatel te refrescará hasta el alma. No te vayas sin probar los boquerones en vinagre, que aquí los hacen como en ningún otro sitio.
Cádiz
En Cádiz, el atún de almadraba es religión. Hay más de 30 cortes diferentes del atún rojo, y los gaditanos se los conocen todos. Las ortiguillas (anémonas de mar fritas), el cazón en adobo y las tortillitas de camarones son la santísima trinidad gaditana. Y si no has comido un guiso de urta en El Puerto de Santa María, no conoces el paraíso.
Córdoba
Córdoba te conquistará con su salmorejo tan espeso que se come casi con tenedor, no con cuchara. El flamenquín cordobés (carne enrollada, empanada y frita hasta el colapso de colesterol) y el rabo de toro son los reyes absolutos. Las berenjenas fritas con miel de caña son el equilibrio perfecto entre salado y dulce.
Huelva
Huelva presume de gambas blancas de Huelva que se deshacen en la boca, y su jamón de Jabugo te hace llorar de felicidad. El choco (sepia) con garbanzos y las coquinas (almejas diminutas) son platos humildes pero sublimes. Y no te pierdas las fresas de Huelva: las mejores de Europa, punto.
Jaén
Jaén es el paraíso del aceite de oliva virgen extra (el auténtico oro líquido que exportamos al mundo entero). Los andrajos (pasta casera con liebre o conejo) y las gachas tortas son platos de sierra que te calientan el alma. Y las pipirrana jiennense es la ensalada perfecta para el verano.
Almería
Almería te sorprenderá con sus gurullos (pasta andaluza ancestral con conejo), el ajo colorao (un guiso de patatas con pimentón que te resucita) y las migas ruleras. La olla de trigo almeriense es un guiso contundente de la Alpujarra, y el pescado de la costa (salmonetes, doradas) es de los más frescos del Mediterráneo.
Lo mejor de todo: aquí nadie se guarda secretos culinarios. Pregunta a cualquier abuela andaluza por
su receta y te la contará entera mientras te regaña por no haber probado antes «la comida de
verdad».
